excomunión
La excomunión entre católicos y ortodoxos y entre ciertos grupos protestantes como los Amish o los Testigos de Jehová es una exclusión de la comunidad cristiana y de la comunión eclesial. Esta sanción, que sólo un obispo puede pronunciar entre católicos y ortodoxos, y sólo por motivos muy serios, es la más grave de las penas canónicas. Excluye la posibilidad de recibir los sacramentos y el ejercicio de ciertos actos eclesiásticos. La excomunión, entre otras, golpea a los cismáticos y los herejes. En una excomunión, sin embargo, la Iglesia no se pronuncia sobre la "salvación eterna" de una persona. El excomulgado es "puesto en manos de Dios". Este es el más antiguo castigo canónico en el cristianismo. Entre los primeros cristianos, se trata de una exclusión de la asamblea eucarística: es la reanudación de la práctica judía de exclusión de la sinagoga, a la que se refiere el Nuevo Testamento en varios pasajes.