«GUAREAO» 관련 스페인어 책
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1
La ínsula fabulante: el cuento cubano en la Revolución, ...
En uno de los últimos camiones, el soldado Guareao pregunta al sargento
Rembert: — Jefe Rembert, ... ¡Ay, qué ganas de llorar!, dice Guareao y encaja la
cabeza entre las rodillas para soltar las lágrimas sin consuelo. Desde el fondo
del ...
"Este libro, que se publico por primera vez en La Habana en 1968, fue censurado por peticion de Fidel Castro bajo el pretexto que daba una pesima imagen de la guerrilla de Cuba.
3
Cuentos sobre bandidos y combatientes
... lo iba a decir? Nadie nos podía decir esto. En uno de los últimos camiones, el
soldado Guareao pregunta al sargento Rembert: Jefe Rembert, ... hay más calor
? — No, Guareao. No hay más calor. — Entonces ...
Alberto Batista Reyes, 1983
limpíate los lagrimones — dice Guareao. —Yo soy macho a todo. — Nié, Llorona
, nlé. Los hombres no lloran — asegura Guareao. — Vamos, vamos — exige el
sargento Rembert. —Jefe — le explica el Guareao — . Hoy estoy molesto, jefe.
5
Juan Quinquín en Pueblo Mocho
Al fin, El Alcalde ordenó a Guareao, musculoso recogedor de café, que fuera a la
pista a pulsear. En el ínterin, Teresa, que no apartaba los ojos de la tumba,
lloraba. Su padre le dijo: • — Si empiezas con esa lloradera ya te estás yendo pa
la ...
6
Pamorama del cuento cubano contemporaneo
Guareao. —Vamos, vamos —exige el sargento Rembert. —Jefe —le explica el
Guareao—. Hoy estoy molesto, jefe. Y si un bandido se me rinde pues lo mato de
todas todas. —Estás guapo —le responde Rembert—. Mata a ese bandido que ...
7
Cheo Alvarez, el travador caonaero: Los poetas del pueblo
EL GUAREAO Y LA BABOSA El paso de la babosa se descubre con el sol, lleve
o no su caracol a manera de carroza. Esa cosa pegajosa queda en el polvo y la
grama que luego del sol la llama poco a poco desvanece: cuando el guareao ...
8
Dos mil tres lunas: Cuentos ecologicos
Colocó un tejo de barro y tostó las cerezas granate. Dubitativo, volvió al monte y
alertó el oído. Cuando escuchó gritar al guareao: - PI-LAO, PI-LAO, PI-LAO. Con
un mazo molió las almendras tostadas hasta volverlas polvo. Estaba olfateando
...
9
Mis Investigaciones... y Algo Más: Obras completas de ...
Cuando la corneta del Cuartel General del General Lope Recio tocó «Alto el
fuego y retirada», volvió nuestra alma al cuerpo, aunque no porque dejara de «
cantar el guareao» incesantemente; y en plena retirada hacia los potreros de «
Las ...
Adalberto Afonso Fern Ndez, 2011
10
La maldición: una historia de placer como conquista
Sí, Llorona, limpíate los lagrimones — dice Guareao. — Yo soy macho a todo. —
Nié, Llorona, nié. Los hombres no lloran. (p. 154) lo que sucede ahora es el
opuesto total: — Llorona, habla — le dice el sargento Rembert. — Jefe Rembert
...
Víctor Fowler, Víctor Fowler Calzada, 1998
