QUE SIGNIFIE ÑANGOTADA EN ESPAGNOL
Cliquez pour
voir la définition originale de «ñangotada» dans le dictionnaire espagnol.
Cliquez pour
voir la traduction automatique de la définition en français.
définition de ñangotada dans le dictionnaire espagnol
La définition de ñangotada dans le dictionnaire espagnol est servile, flatteur. Une autre signification de ñangotada dans le dictionnaire est aussi déprimée, sans ambitions. La definición de ñangotada en el diccionario castellano es servil, adulador. Otro significado de ñangotada en el diccionario es también alicaído, sin ambiciones.
Cliquez pour
voir la définition originale de «ñangotada» dans le dictionnaire espagnol.
Cliquez pour
voir la traduction automatique de la définition en français.
MOTS EN ESPAGNOL EN RAPPORT AVEC «ÑANGOTADA»
ñangotada
servil
adulador
otro
también
alicaído
ambiciones
valor
como
lugar
memorias
jíbara
miembro
cercano
familia
allí
estaba
ella
vasija
cierto
cocimiento
plantas
lavando
exprimiendo
pene
joven
extrayendo
hacia
fuera
manos
toda
podredumbre
imagino
nbsp
gleba
estar
así
todo
día
para
cuando
llegue
noche
resista
dolor
piernas
continuo
murmurando
entre
dientes
poco
llegó
brindóle
escudillai
café
rebosante
apuró
sentado
plebiscito
status
personalidad
colonizada
puerto
rico
actitud
ante
congreso
estados
10 LIVRES EN ESPAGNOL EN RAPPORT AVEC «ÑANGOTADA»
Découvrez l'usage de
ñangotada dans la sélection bibliographique suivante. Des livres en rapport avec
ñangotada et de courts extraits de ceux-ci pour replacer dans son contexte son utilisation littéraire.
1
Con valor y a como dé lugar: memorias de un jíbara ...
Era un miembro cercano de la familia y allí estaba ella ñangotada con una vasija
con cierto cocimiento de plantas lavando y exprimiendo el pene del joven
extrayendo hacia fuera con sus manos toda la podredumbre de lo que imagino
era ...
Carmen Luisa Justiniano, 1994
No he de estar así, todo el día ñangotada, para que cuando llegue la noche no
resista el dolor en las piernas. 186 Continuo murmurando entre dientes. A poco
llegó él, y brindóle ella una escudillai3i de café, rebosante, que apuró sentado
en ...
3
Plebiscito Status Personalidad Colonizada Puerto Rico 2012
La actitud servil y ñangotada del PPD ante el Congreso de los Estados Unidos
los hace defensores de su control político hacia Puerto Rico. Prefieren que ellos
tengan el control, pues creen que si somos nosotros mediante la estadidad, ...
Guillermo Gonz Lez MD, 2012
4
De Cobitos, Jaibas y Lambe Ojos Sobre La Personalidad ...
La actitud servil y ñangotada del PPD ante el Congreso de los Estados Unidos
los hace defensores de su control político hacia Puerto Rico. Prefieren que ellos
tengan el control, pues creen que si somos nosotros mediante la estadidad, ...
Su muerte fue un golpetazo de asombro incrédulo y su ausencia, ñangotada en
mi garganta, sollozaba en las horas tristes de la alta noche. Con los ojos abiertos
componía entonces poemas a la muerte que trasladaba en la mañana a mi ...
Anagilda Garrastegui, 1998
Porque hay en efecto — y no sólo en la época en que escribe Pedreira — una
entidad "enferma y falta de estímulos"; hay una entidad social acuclillada —
ñangotada — ; una entidad "débil, condescendiente, confusa", asaltada por
accesos ...
7
Fernando González Ochoa: de viajero a pie a peregrino del ...
de viajero a pie a peregrino del absoluto Silverio Pérez Gómez. en italiano: (
Venere accoccolata) o (accovacciata). No encuen tro otra palabra bella para
traducir, sino (ñangotada), la posición que adoptan los campesinos de Envigado
para ...
Silverio Pérez Gómez, 1997
Luego, su vida se reducía a comer y a estar sentada o en cuclillas — ñangotada
— ; más estaba ñangotada. Así su vida. Hasta que un día llegó un señor que
veinte años atrás, cuando quizás ella aún no había nacido, conoció a su padre.
Ramón Marrero Aristy, 1938
9
La presencia taína en la narrativa puertorriqueña
56 ¿Quién fue que definió la cultura taina como una india ñangotada en un batey
tomando café en una dita ? Tenía razón. Fue peor en el caso de Vieques, pues
los antepasados de esta gente eran caribes, unos salvajes comedores de carne
...
Haydée Ayala-Richards, 2003
10
Revista Universidad de América
Meses después, la rutina volvió a alterarse. Gisela jugaba pelota en el patio con
sus hijos y los nenes del vecindario. Ñangotada detrás del bateador, en
mahones recortados, tenis high-top y gorrita de béisbol, oyó el carro de Narciso
doblar ...
Universidad de América, 1998
